El proyecto «Senderos de Vida», impulsado por la Federación Canaria de Montaña en estrecha colaboración con el Centro de Día de Rehabilitación Psicosocial San Francisco I y II, entidad que pertenece al Hospital Universitario De Gran Canaria Dr. Negrín, ha finalizado con éxito su programa de actividades para el año 2025. Las cuatro salidas a la naturaleza programadas se han llevado a cabo según lo previsto, brindando experiencias enriquecedoras a sus participantes.

Esta iniciativa, que busca promover el contacto con el entorno natural, la actividad física y la interacción social, se ha consolidado como una valiosa herramienta para el bienestar y la inclusión de las personas usuarias de los centros de rehabilitación.

A lo largo de 2025, «Senderos de Vida» ha recorrido diversos puntos de la geografía insular, adaptando las rutas a las capacidades del conjunto de participantes y garantizando siempre el acompañamiento necesario:

La primera ruta tuvo lugar el 7 de febrero, guiando a un grupo de 22 asistentes por el Lomo Riquiánez, municipio de Arucas, explorando paisajes del norte de la isla.

El 21 de marzo, 23 participantes disfrutaron de un recorrido por la zona de San José del Álamo, Las Palmas de Gran Canaria, y el pintoresco barranco de Mascuervo.

La tercera excursión, realizada el 16 de abril, discurrió por la Finca de Tirma en el municipio Artenara, conectando las zonas de Agaete y La Aldea, donde asistieron 22 personas.

Finalmente, el programa de 2025 concluyó el pasado 16 de mayo con una ruta de gran belleza paisajística desde la Cruz de Tejeda hasta Artenara, corazón de la cumbre de Gran Canaria, a la que asistieron 22 participantes.

En todas las salidas se ha contado con la asistencia constante de monitores del centro de día y una guía de montaña de Fecamon, fundamentales para garantizar la seguridad y el disfrute de la actividad.

La finalización de estas cuatro etapas del «Senderos de Vida» reafirma la importancia de este tipo de iniciativas colaborativas entre entidades deportivas y centros de salud mental para fomentar la salud, el bienestar y la plena integración de las personas en proceso de rehabilitación psicosocial a través del contacto terapéutico con la naturaleza.